Sistemas de Agua Nebulizada

El sistema de agua nebulizada fue desarrollado por el fabricante finlandés Marioff a principios de los años 90. Desde entonces, se han establecido numerosas referencias internacionales, y en la actualidad existe una destacada variedad de fabricantes de tecnología de agua nebulizada, basados en aquel sistema inicial.

A nivel internacional, no existe un código de diseño específico para los sistemas de agua nebulizada que establezca criterios generales (ubicación de boquillas, caudales mínimos, etc.) según los distintos tipos de riesgos. Esto se debe a que cada fabricante define sus propios parámetros de diseño según el riesgo a proteger. La normalización desarrollada en los últimos años se ha centrado en verificar la efectividad de cada solución y los criterios de diseño de los fabricantes mediante ensayos de incendio a escala real.

Los sistemas de agua nebulizada funcionan de manera similar a los sistemas de rociadores. Pueden activarse mediante una alarma contra incendios externa (boquillas abiertas) o por una caída de presión en el sistema de tuberías (boquillas cerradas). Las boquillas están diseñadas para generar distintos patrones de pulverización y ofrecer una protección adaptada a cada área específica.

La referencia internacional para estos sistemas es la norma NFPA 750 (Norma sobre Sistemas de Protección contra Incendios de Agua Nebulizada). Su equivalente europeo es la UNE-EN 14972, que establece los métodos de verificación y ensayo para validar la fiabilidad de estos sistemas según el riesgo a proteger y el objetivo del sistema: control, supresión o extinción del incendio.

Clasificación de los sistemas de agua nebulizada

Los sistemas de agua nebulizada se clasifican según la presión de trabajo en tres categorías principales:

  1. Alta presión: > 500 PSI (34,5 bar).
  2. Media presión: Entre 175 PSI (12,1 bar) y 500 PSI (34,5 bar).
  3. Baja presión: ≤ 175 PSI (12,1 bar).

Actualmente, los sistemas de media presión no tienen aplicaciones comerciales relevantes.

Sistema de Alta Presión

Este tipo de sistemas emplea como agente extintor agua desmineralizada, con presiones de trabajo que varían entre 35 y 210 bar. Sin embargo, su coste resulta elevado para aplicaciones como aparcamientos debido al precio de las boquillas y de los grupos de bombeo necesarios para mantener presiones de hasta 150 bar.

Además, toda la instalación debe realizarse con tuberías de acero inoxidable y soportes especiales de aluminio (tipo STAUFF).

Sistema de Baja Presión

En los últimos años, se han desarrollado sistemas de extinción mediante agua nebulizada que operan con menores presiones de trabajo. El objetivo de estos desarrollos no ha sido necesariamente mejorar la eficacia de extinción, sino lograr prestaciones y fiabilidad equivalentes a un menor coste de instalación en comparación con los sistemas de alta presión.

Entre las características de estos sistemas cabe destacar las siguientes:

  • Promedio del tamaño de gota: 250 μm.
    Este tamaño de gota es entre 4 y 5 veces menor que el de los rociadores automáticos convencionales, pero aproximadamente 3 veces mayor que el de los sistemas de alta presión. Por lo tanto, sus características físicas proporcionan un rendimiento intermedio en cuanto a rapidez de extinción, considerando el mismo caudal.
  • Presión de operación: máx. 12 bar.
    Esta característica permite cumplir uno de los objetivos del sistema: reducir los costes del sistema de impulsión y del montaje de las tuberías. Al utilizar presiones bajas, es posible emplear bombas similares a las de los sistemas de rociadores automáticos. Esto no solo supone un ahorro considerable, sino que también limita su aplicación en situaciones donde las pérdidas de carga sean significativas, algo que no afecta a los sistemas de alta presión.
  • Densidad de diseño: 1,9 mm/min.
    La cantidad de agua descargada es un 25% menor que la de una instalación de rociadores convencionales, pero aproximadamente un 50% mayor que la de una instalación de alta presión. Por lo tanto, se sitúa en un punto intermedio entre ambas.

Las boquillas nebulizadoras para estos sistemas de baja presión son similares a los rociadores convencionales, ya que no necesitan descomponer las gotas en partículas extremadamente pequeñas.

Ventaja destacable del sistema de baja presión

Una ventaja destacable del sistema de baja presión es su menor coste de montaje, ya que no requiere tuberías de acero inoxidable ni un control estricto de la calidad del agua. Según los fabricantes, este sistema no presenta riesgo de obstrucciones en los difusores. Las presiones manejadas permiten el uso de tuberías plásticas tricapa de polipropileno, homologadas para instalaciones contra incendios de riesgo ordinario, como aparcamientos. Este tipo de tubería facilita el montaje gracias a las piezas ensambladas por termofusión, reduce las pérdidas de carga, evita la corrosión y los riesgos de obstrucción en las boquillas, además de ofrecer menor peso y carga para las estructuras existentes. Asimismo, cuentan con una vida útil de aproximadamente 50 años.

La elección del agua nebulizada de baja presión como sistema de supresión para aparcamientos con vehículos eléctricos (VE) se fundamenta en los siguientes aspectos:

  1. Alta eficacia en su rendimiento.
  2. Coste de implementación y mantenimiento más económico en comparación con otros sistemas de prestaciones equivalentes.

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