Para garantizar la seguridad laboral y reducir los riesgos de siniestralidad, las medidas de Protección Contra Incendios en el sector empresarial son fundamentales. Estas medidas no solo se enfocan en salvaguardar vidas humanas, sino también en permitir la continuidad de la actividad comercial después de un incendio y en minimizar los daños. Es importante destacar que la responsabilidad no recae únicamente en la capacitación de los empleados, sino también en los arquitectos e ingenieros especializados en el diseño de edificios seguros.
Existen dos tipos principales de medidas de protección en empresas:
Medidas activas de Protección Contra Incendios
Son equipos de protección activa:
Los sistemas manuales de extinción
Extintores, bocas de incendio, hidrantes, etc.
Los sistemas automáticos de extinción
Rociadores, sistemas de extinción por agentes gaseosos, agua nebulizada, espumas, etc.
Los sistemas de detección y alarma de incendio
Que detectan incendios y gestionan los sistemas de extinción y la evacuación.
En referencia a estas medidas, es de suma importancia que las empresas escojan extintores adecuados según el tipo de fuego, ya que cada clase requiere un enfoque de extinción específico.
Los extintores de polvo, por ejemplo, son la elección adecuada para combatir fuegos de clase A, que involucran materiales sólidos combustibles, como papel o cartón.
Para fuegos de clase B, que implican líquidos inflamables como aceites o productos derivados del petróleo, los extintores de polvo o espuma física son la elección más acertada.
En el caso de fuegos de clase C, donde los gases inflamables como butano, propano o metano representan el peligro, se recurre al dióxido de carbono (CO2) como agente extintor. Su acción rápida y efectiva es vital en situaciones donde la volatilidad de los gases puede generar un escenario altamente peligroso.
Por último, para enfrentar los desafíos de los fuegos de clase D, que involucran metales combustibles y pueden desencadenar deflagraciones violentas, los extintores de polvo se convierten en la elección ideal para sofocar estas reacciones intensas.
Sin embargo, la implementación de estas medidas activas debe ir acompañada de una planificación y preparación adecuada y profesional, como la que ofrece Ashes Fire Consulting. Un ejercicio fundamental hace alusión al mantenimiento, es decir, al proceso de verificación que asegura que los sistemas de protección cumplen con las regulaciones y normativas actuales.
En resumen, para que las medidas activas de protección contra incendios sean efectivas se deben combinar equipos y sistemas especializados, realizar una selección adecuada de extintores según el tipo de fuego y llevar a cabo simulacros de forma periódica con una designación de líderes de evacuación.
Medidas pasivas de Protección Contra Incendios
La protección pasiva contra incendios incluye un conjunto de soluciones constructivas y equipos diseñados para controlar el humo y resistir el fuego. Estas soluciones se diseñan para actuar como barreras físicas ante el avance del incendio, retardar el deterioro del edificio, facilitar la evacuación de los ocupantes y apoyar las labores de extinción llevadas a cabo por los bomberos.
Este diseño intuitivo de medidas implica:
- Puertas que se abren en dirección de evacuación o hacia afuera, especialmente en áreas con alta afluencia de personas, facilitando la salida en situaciones de pánico.
- Escaleras equipadas con pasamanos para una evacuación segura.
- Revestimiento de paredes, suelos y techos con materiales incombustibles.
- Caminos amplios, pasillos y escaleras, que permiten un desplazamiento sin obstrucciones.
- Salidas de emergencia estratégicamente ubicadas.
- Cálculo de distancias máximas a recorrer para llegar a zonas seguras.
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